El triunfo en la casa de su viejo rival le da un fuerte respiro al director técnico “millonario” luego de los convulsionados días recientes

0
88

River Plate venció a Boca Juniors 2-0 en La BOmbonera y se quedó con el segundo Superclásico del año.

El entrenador de River Plate, Martín Demichelis, protesta durante una acción de juego en el último Superclásico entre Boca Juniors disputado en La Bombonera (REUTERS/Cristina Sille).

Dos horas y media después del Superclásico, Jorge Brito y un grupo de allegados del presidente de River brindaron por la victoria en “Banda”, el flamante restorán del Monumental. Con el campo de juego del estadio de fondo, repasaron el partido, celebraron y también recordaron que en este 2023 se dio lo mismo que en 1994 y 2004: River ganó los dos Superclásicos del año. El triunfo representó para la dirigencia de River el mismo alivio que para Martin Demichelis, quien había quedado en una incómoda situación después de la crisis interna que vivió el vestuario tras la eliminación de la Copa Libertadores en los octavos de final, a manos de Inter de Porto Alegre.

En realidad, para el director técnico fue más que eso: representó un importante espaldarazo, un respiro después de la tormenta. Si existían dudas respecto de la situación de Demichelis para 2024, el 2 a 0 que River consiguió en la cancha de Boca representó poco menos que una garantía de continuidad para él. No porque la dirigencia tuviera pensado despedirlo si el equipo caía en la cancha de Boca, sino porque él mismo era consciente de que había quedado debilitado puertas adentro del vestuario.

Brito y compañía jamás pensaron en rescindirle el contrato que vence en diciembre de 2025, pero en la dirigencia sabían que el técnico podía llegar a abandonar solo el cargo si el equipo perdía en la Bombonera y luego no se clasificaba entre los cuatro primeros de la zona A de la Copa de la Liga.

Poco menos que un campeonato en sí mismo, la victoria representa un impulso para Demichelis, quien adquirió muchísimo aire y recuperó buena parte del crédito que había gastado. Si la crisis que vivió el vestuario recientemente lo había puesto en un escenario casi similar al de cuando llegó, es decir en situación de tener que demostrar sus capacidades, ahora tomó un impulso que el público de River seguramente le hará notar el próximo domingo, cuando el equipo reciba a Talleres de Córdoba en medio de un clima festivo por el impacto del triunfo en la Bombonera. No es poca cosa que el River de Demichelis le haya ganado los dos Superclásicos del año al Boca de Jorge Almirón.

El posteo de River Plate sobre Martín Demichelis tras el Superclásico ganado en La BomboneraEl posteo de River Plate sobre Martín Demichelis tras el Superclásico ganado en La Bombonera.

El plantel capitaneado por Enzo Pérez, en definitiva, no hizo más que demostrarle a Demichelis que respetó a rajatabla el compromiso que asumió con el cuerpo técnico en una de las reuniones que tuvieron al desatarse una crisis de confianza de parte del grupo para con el entrenador: todos se juramentaron tirar para adelante, anteponiendo el respeto a los colores que defienden a cualquier posible enojo o malestar circunstancial.

Tras el Superclásico, los futbolistas también hicieron parte del festejo a todo el cuerpo técnico. En la primera foto que les sacaron los generadores de contenidos del club en redes sociales solo estaban los jugadores celebrando con las tribunas de la Bombonera de fondo. Al advertir los futbolistas que Demichelis y compañía no aparecían en las fotos, llamaron al entrenador y a todos sus colaboradores para inmortalizar ese momento.

Luego el técnico transformó ese gesto en un ida y vuelta, ya que decidió no realizar declaraciones ante la prensa a modo de reconocimiento para sus futbolistas. “Los responsables de la victoria fueron los jugadores. Que hablen ellos”, es el mensaje que intentó dar el técnico, deseoso de seguir acercándose al plantel y de recuperar la confianza con el grupo.

Consciente de todo lo que estaba en juego, Demichelis vivió el partido como una final. Lo mismo ocurrió con Javier Pinola y Germán Lux, sus ayudantes de campo. Todos se fueron inmensamente felices de la Bombonera, pero envueltos en un perfil bajo que no es otra cosa que una secuela de los días difíciles que atravesaron recientemente y que hoy buscan dejar atrás con la fuerza de un triunfo trascendental como el que River logró en la casa de su principal rival.

El tiempo dirá, pero Demichelis en la cancha de Boca dio un paso que no le da la redención definitiva pero sí lo acerca a ella.