Las organizaciones internacionales advierten que, bajo la nueva configuración laboral digitalizada, la región latinoamericana enfrenta problemas.


En la tranquilidad del hogar, un hombre joven aprovecha la tecnología de su notebook para comprar en línea, demostrando la eficiencia del trabajo remoto y la comodidad de la conexión a internet que elimina barreras y distancias. (Imagen ilustrativa Infobae)
La revolución tecnológica ha cambiado mucho cómo trabajamos. Ahora hay más automatización y nuevos tipos de empleos, pero en América Latina hay un problema. Muchas personas no tienen las habilidades necesarias para los trabajos tecnológicos, lo cual afecta especialmente a las mujeres.
De acuerdo con el estudio más reciente de Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe, titulado Desafíos y oportunidades para la inclusión laboral de las personas jóvenes y la redistribución del trabajo de cuidados, es importante que los jóvenes puedan acceder a empleos que utilicen la tecnología y que se aborden la brecha de género en este sector.
En muchos países de la región, aún hay pocos trabajos que requieren habilidades avanzadas. Sin embargo, el mundo ya ha actualizado un sinfín de tareas de acuerdo a diversas innovaciones tecnológicas. Estas transformaciones han implicado la automatización de tareas, la destrucción de ciertos empleos y la creación de nuevos puestos de trabajo para responder a la integración tecnológica.
La fotografía muestra a mujeres trabajando juntas frente a una computadora en una oficina, destacando su rol como líderes y miembros de un equipo. Representa la importancia de la colaboración y el empleo profesional en el ámbito laboral moderno. Estas mujeres simbolizan la fuerza y la capacidad de liderazgo, demostrando cómo el trabajo en equipo puede conducir al éxito en cualquier proyecto o empresa. (Imagen ilustrativa Infobae)
Falta de talento para cubrir vacantes
El estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) enfatizó en que América Latina enfrenta un desajuste entre la demanda generada por la transformación tecnológica y la oferta de habilidades y capacidades. Esto se refleja en los variados niveles de desarrollo de infraestructura y factores productivos, lo que representa un obstáculo para la adaptación del mercado laboral a las nuevas tecnologías.
Ante la problemática, las organizaciones internacionales apuntaron que la digitalización del empleo en Latinoamérica dependerá crucialmente de las habilidades y es importante que las ocupaciones disponibles para las personas jóvenes integren la infraestructura digital y permitan el desarrollo de competencias de nivel superior.
En México se previó que durante 2023 se crearían unos 507 mil nuevos puestos de trabajo, según el Banco de México (BM), sin embargo los empleadores enfrentaron dificultades para cubrir sus vacantes.
Actualmente hay una brecha del 32% en la oferta y demanda de talento tecnológico.
En su estudio Escasez de Talento 2022, Manpower identificó que en México el 54% de las compañías no encuentran a los candidatos idóneos cuando los requieren. En la edición del 2021 del estudio, se trataba de un 74%; en ambos casos se trató de las dos cifras históricas más grandes sobre esta problemática.
A nivel regional, en América Latina fue el 69% de las compañías que también tuvieron desafíos para encontrar los perfiles que necesitaban. A nivel mundial el promedio es del 74%, es decir, tres de cada cuatro empleadores viven esta escasez de talento.
Aprendizaje continuo, respuesta al problema
Como parte de la solución que se puede brindar a la problemática está la capacitación del personal, y en forma gradual, la especialización del mismo. Sin embargo, el problema no se supera sino hasta después de la contratación. Antes de ello, falta que los jóvenes estudien carreras de índole digital (aquellas con enfoque STEM, de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), ya sea a nivel licenciatura o a nivel técnico.
«Esta imagen muestra a un señor mayor trabajando atentamente en su tablet, evidenciando la creciente familiaridad de la tercera edad con la tecnología. Ilustra cómo los ancianos están incorporando dispositivos como tablets y smartphones en sus vidas, utilizando internet y redes sociales para mantenerse conectados y actualizados. La fotografía resalta la importancia de la inclusión digital en todas las etapas de la vida, promoviendo el aprendizaje y la conexión continua. (Imagen ilustrativa Infobae)
En la misma línea de las soluciones, el aprendizaje continuo o para toda la vida puede reducir y enfrentar la problemática, pues fuera de la educación formal se puede lograr un acercamiento y especialización de los profesionales.
Trabajo digital y brecha de género
Considerando la relación entre las diferencias en los patrones de empleo entre hombres y mujeres, la brecha de género crece en trabajos relacionados a la tecnología.
En parte, que las mujeres no estén dentro de los empleos tecnológicos se debe a que hay menos oportunidades para ellas en el sector. Además, las mujeres jóvenes suelen dedicar más tiempo al trabajo no remunerado en el hogar, lo que limita su participación en el trabajo pagado. También hay diferencias en la digitalización de los sectores laborales, y algunos países tienen más mujeres en trabajos tecnológicos, pero aún enfrentan desigualdades de género.


En conjunto, estos factores afectan el desarrollo y la erradicación de la pobreza en la región. Por ello, es crucial abordar estas desigualdades y promover la inclusión de los jóvenes en trabajos tecnológicos. También se destaca la importancia de políticas que reconozcan y apoyen el trabajo no remunerado, especialmente realizado por las mujeres, y promuevan la igualdad de género en todos los sectores laborales.
América Latina enfrenta desafíos en la inclusión laboral de los jóvenes, especialmente en trabajos tecnológicos, y es necesario abordar las desigualdades de género y promover políticas que fomenten la igualdad y el bienestar.